[3] Las hembras son ectoparásitos, pueden encontrarse en la piel, aletas y branquias de sus hospedadores, mayoritariamente en los filamentos branquiales.
Se alimentan regularmente de sangre, mucus y epitelio branquial, liberando enzimas proteolíticas que facilitan la digestión externa.
El lugar donde se fija la hembra puede ser una puerta de entrada para bacterias y hongos.
Si hay una gran proliferación en los segundos, el parásito puede debilitarlos o incluso matarlos, ocasionando considerables problemas económicos en piscifactorías.
Para evitarlo, se han establecido diferentes sistemas de control y lucha.