[1] A las religiosas de este instituto se les conoce como batistinas.
Según estos, se le apareció la Virgen María con el Niño Jesús y san Juan el Bautista invitándole a formar una familia religiosa dedicada a este último.
Luego de algunas dificultades, en 1730, Solimani consigue el apoyo del sacerdote Domenico Francesco Olivieri, se estableció en Moneglia con algunas compañeras y empezaron a vivir en clausura y de limosnas.
En enero de 1744 recibió la aprobación pontificia mediante decretum laudis del papa Benedicto XIV.
[2] La Orden constituye la rama original y contemplativa de la familia batistina.