Volvió a luchar contra los jordanistas en la provincia de Entre Ríos, y los venció en una extraña batalla naval en La Paz.
Se negó a obedecer la orden y arrestó al comandante de la cañonera Paraná.
Pero los demás buques se negaron a acompañarlo y debió esquivarlos durante algunas semanas.
Durante los años siguientes, estuvo destinado a operaciones en la Patagonia, especialmente en el río Negro, apoyando las campañas en esa zona de los coroneles Napoleón Uriburu y Conrado Villegas.
Regresó en 1884 a Buenos Aires, gravemente enfermo, y falleció allí en septiembre de 1885.