Enrique II de Silesia

Es venerado en la Iglesia Católica, habiendo sido declarado Siervo de Dios por el Papa Francisco.

Alrededor de 1218 su padre arregló su matrimonio con la princesa Ana,[2]​ hija del rey Otakar I de Bohemia, esta unión con la real dinastía Přemyslidas permitió a Enrique II participar activamente en la política internacional.

Enrique I el Barbudo rápidamente comenzó sus esfuerzos para designar a su único hijo superviviente como heredero universal de su patrimonio, y desde 1222, el joven príncipe parece haber firmado documentos junto con su padre.

La fuerte autoridad del gran duque Enrique I el Barbudo podía garantizar un auténtico estado hereditario en su linaje solo en la Baja Silesia.

El sur de la Gran Polonia y la provincia señorial en Cracovia fueron gobernados por elección entre los príncipes Piast, aunque existía un testamento del difunto duque de la Gran Polonia y Cracovia, Vladislao III Piernas Largas, en el que había dejado todas sus tierras a Enrique I el Barbudo.

En 1239, Enrique II finalmente perdió la fortaleza Santok ocupada por Brandeburgo tras su derrota en la batalla de Lebusz.

Las únicas tropas extranjeras que se unieron a él fueron las del rey Wenceslao I de Bohemia y las fuerzas combinadas los caballeros templarios y hospitalarios, pero en el último momento estos detuvieron sus huestes cerca de Legnica, probablemente por temor a que el ejército cristiano se convirtiera en una presa fácil para las tropas mongolas.

[6]​ La derrota se achacó a los monarcas europeos, especialmente al emperador Federico II y al rey Bela IV de Hungría, quienes se habían negado a participar en la lucha contra los invasores, y la inesperada y humillante huida del primo de Enrique Miecislao II el Gordo en la batalla de la Alta Silesia.

El cuerpo desnudo y decapitado de Enrique solamente pudo ser identificado por su esposa, gracias a un único defecto anatómico: en su pie izquierdo, tenía seis dedos (polidactilia), como se comprobó tras la apertura de su tumba en 1832.

[7]​ A pesar de gobernar solamente tres años, Enrique permaneció en la memoria de Silesia, la Gran Polonia y Cracovia como el perfecto caballero cristiano y señor, cuya brillante carrera fue truncada por su prematura muerte.

Máxima expansión del reino de Enrique II (1239) y evolución territorial de sus dominios: Baja Silesia (heredada por Enrique I el Barbudo en 1201) Ducado de Cracovia (de Enrique a partir de 1232) Protectorados de los ducados de Opole (regido entre 1232 y 1239) Sandomierz Lubusz (de Enrique de Silesia en 1201-1206, 1210-1218, y 1230) Kalisz (dominada por Enrique de Silesia en 1206-1207 y desde 1234 (parte de la tutoría de Vladislao de Opole) Gran Polonia meridional (al sur del Warta y del Notec). Conquistada en 1234 Gran Polonia septentrional (salvo Naklo y Notecia). Conquistada por Enrique II el Piadoso (1239) Castellanía de Lad. Conquistada por Enrique II el Piadoso (1239) y cedida a Casimiro I de Cuyavia Żarnów , perdida en 1233
Escudo de armas de los Piastas de Silesia.