[1][2][3] En los documentos de la Edad Media escritos en latín, son llamados castellanus o castlanus.
Muy a menudo conviene diferenciar, en relación con un mismo castillo, la existencia de un castellano mayor y de un castellano menor o subcastellano.
El castellano podía ser un caballero, muy a menudo de procedencia no noble, que había recibido, en la Edad Media central o plena, de un magnate o de un vasallo del conde, el encargo (temporal o no) de gestionar un castillo, con las tierras y derechos que de él dependían.
El castellano normalmente tenía sus propios caballeros.
[7] En algunas partes su poder era tal, que generaba tensiones y hasta conflictos armados con los burgraves y margraves, quieren dentro del sistema feudal germánico se consideraban los señores legítimos de sus territorios, por lo que esperaban seguir cobrando parte de los impuestos y los derechos que les correspondían.