Enfermedad de moyamoya

El paciente con moyamoya sufre estenosis progresiva y oclusión de las arterias intracerebrales basales.

La forma idiopática de la enfermedad fue reportada por primera vez en 1957 en Japón por Takeuchi y Shimizu.

[1]​ Inicialmente, esta enfermedad fue descrita en Japón, donde se creía que la enfermedad ocurría únicamente, pero hoy en día se han reportado casos en todo el mundo en diferentes grupos étnicos y cada vez con más frecuencia en pacientes americanos y europeos, siendo Japón el país con mayor incidencia.

Sobre la base de los hallazgos angiográficos, se han definido varios subgrupos y etapas: La causa exacta de la enfermedad se desconoce, aunque parece existir una predisposición genética a padecerla, ya que suelen existir antecedentes familiares, por lo que podría ser hereditaria y multifactorial.

Además, existen microaneurismas asociados que pueden causar hemorragia pudiéndose detectar con estas técnicas.

Como resultante, la luz del vaso esta desplazada excéntricamente, y las arterias corticales muestran una capa íntima edematosa:[2]​ Debido a que la etiología de esta enfermedad es desconocida, es necesario excluir los siguientes procesos entre otros:[2]​ En ocasiones se dan antiagregantes plaquetarios a los pacientes con moyamoya, usualmente esta es la terapia elegida cuando la enfermedad es leve o el paciente tiene un riesgo quirúrgico elevado, pero existen pocos datos que demuestren su eficacia a corto o largo plazo.

Algunos pacientes se estabililizan sin tratamiento, sin embargo, con frecuencia esto sucede después de que han desarrollado defectos neurológicos severos.

(izquierda) Angiografía por resonancia magnética de una niña de 11 años con enfermedad de moyamoya.
(derecha) Paciente sano, para comparación