La Encomienda de Beas era un territorio español, que perteneció a la Orden de Santiago, siendo su núcleo principal la villa de Beas, y algunos pequeños lugares de población (Allozar, Natro, Torre Losanco y Santa Rufina).
Tras ser reconquistada Beas por Fernando III el Santo, en 1235, la villa le fue donada en primera instancia a su canciller, y Obispo de Osma, Juan de Osma, este en 1239, se la permuta a la Orden de Santiago, por otras heredades en Castilla la Vieja.
Aunque la encomienda existía como tal desde 1329, fecha en la que se conoce a su primer comendador.
La villa de Beas, contaba con una buena fortaleza, bien amurallada y almenada, con varias torres alrededor de la misma.
[2] El comendador se reservaba los derechos de la jurisdicción, los monopolios, las carnicerías y los censos inmuebles y raíces, entre otros, constituyéndose las principales partidas por los diezmos de ganados y cáñamo.