En su juventud, fue amante de la escritora George Sand que le introdujo en los salones parisinos.
En éstas fue elegido diputado de los Pirineos Orientales, y pasó a presidir el grupo parlamentario de la Izquierda republicana, opuesto a la política del jefe del gobierno Adolphe Thiers.
Conservó su escaño en la Asamblea Legislativa hasta 1876, año en el que fue elegido senador de los Pirineos Orientales.
Entre 1880 y 1884, compartió sus funciones en el Senado francés con un puesto de embajador en Berna ante la República Helvética.
Fue senador hasta su muerte, ocurrida en 1896 en París y fue enterrado en el Cementerio del Père Lachaise.