Regresó a la universidad para tomar un curso en criminología, y obtuvo una Maestría en la materia.
En 1926, el esposo de su hermana mayor Clara, Alexander Jamie, un agente del FBI, le aconseja ingresar en el sistema penal.
Con la corrupción reinante entre los agentes de policía, Ness examinó los registros de todos los agentes del tesoro para formar un equipo fiable, inicialmente de cincuenta, más tarde reducido a quince y finalmente a solamente nueve hombres.
Se dice que había conducido bajo la influencia del alcohol.
Ness se mudó entonces a Washington D. C. y trabajó para el Gobierno Federal.
Más tarde se trasladó a Coudersport, Pensilvania, para trabajar en el North Ridge Industrial.
Sus cenizas fueron dispersadas en uno de los estanques del cementerio Lakeview en Cleveland.