Herminia Gómez Serra

La actuación gustó tanto al Gobernador Militar que se la hizo repetir la noche siguiente en su residencia.

El gobernador civil consiguió que la Diputación le diera una pensión de 1500 pesetas para continuar sus estudios en el Conservatorio.

[1]​ Sin haber terminado la carrera, en 1910, actuó en el Teatro Principal de Valencia con unas óperas completas.

La prensa italiana la elogió efusivament, pronosticándole que sería una inevitable y próxima celebridad mundial.

[3]​ En agosto regresó a Italia, donde triunfó en los teatros de Módena, Mesina, Catanzaro, Revere y Rávena.

Se cuenta que los espectadores le lanzaban palomas al escenario, una demostración de entusiasmo nunca vista hasta entonces.

Aunque actuó en Oviedo y en Valencia, sus admiradores no sabían que éstas serían las últimas actuaciones operísticas de la artista.

[1]​ Sin embargo aún pudo interpretar varias óperas, como Rigoletto y El barbero de Sevilla.

[1]​ En 2004, Pasqual Mas noveló la vida de la cantante en Diva, obra que obtuvo el Premio Ulisses.