Elecciones legislativas de Argentina de 1930

La oposición acusó al gobierno de haber cometido fraude electoral en San Juan, Mendoza y Córdoba.

[3]​ Esta última política convirtió a su administración en un objetivo de Standard Oil, que tenía intereses crecientes en el sector energético del país.

[5]​ Sin embargo, esta oposición nunca había logrado la unidad y en el plano electoral no era rival para el popular Yrigoyen.

El magnicidio fracasó por intervención del subcomisario Alfredo Pizzia Bonelli (que recibió uno de los tres balazos producidos) y el agresor fue rápidamente abatido por la escolta presidencial.

[14]​ En ese momento existían trece provincias, lo que junto a la Capital Federal daba un total de catorce distritos electorales.

El sistema electoral empleado era el de mayoría y minoría o lista incompleta, bajo el cual los dos partidos más votados obtenían toda la representación.

[14]​ También el sistema adoptó el Panachage el cual dio a los electores la posibilidad de tachar o adicionar candidatos en las listas.

[15]​ En algunas provincias, con tan solo dos diputados de representación, el escrutinio era en la práctica mayoritario, con las dos bancas correspondiendo al partido más votado.

Los primeros guarismos evidenciaron una dramática derrota para la UCR en la ciudad de Buenos Aires, perdiendo casi 45.000 votos con respecto a los anteriores comicios.

[10]​ Las siguientes semanas fueron de incertidumbre con respecto a quien se ubicaría en el segundo puesto, con el radicalismo y el Partido Socialista oficial como contendientes.

Finalmente, si bien la UCR se quedó con tres de los cuatro diputados por la minoría, con el socialista Nicolás Repetto ocupando la banca restante, se vio en términos de voto popular relegada a un sorpresivo y estrecho tercer puesto por 363 votos, constituyendo la mayor pérdida para el oficialismo en la jornada.

Antonio de Tomaso , del Partido Socialista Independiente , logró obtener una amplia victoria en Capital Federal , imponiéndose ante el Partido Socialista «antiguo» y arrastrando al oficialismo radical a un inédito tercer puesto porcentual.