Elecciones generales de Uruguay de 1922

En tanto, el Consejo Nacional de Administración pasó a ser presidido por Julio María Sosa, ingresando también al mismo Federico Fleurquin.

Sin embargo, esta fracción principista decidió apoyar la candidatura de Herrera tras perder esta interna.

Sin embargo, el punto más reiterado por Herrera fue que en Uruguay todavía no se había conquistado definitivamente la libertad política.

Esto posibilitaba a los simpatizantes, definidos como el “pueblo auténtico” por el Partido Nacional, a establecer contacto directo con los candidatos, en especial con Luis Alberto de Herrera que disfrutaba en las funciones públicas estableciendo contacto directo con las muchedumbres.

Batlle desempeñaba roles ambivalentes, por un lado, era el artífice de las fragmentaciones del Partido Colorado (entre aquellos que lo apoyaban, el batllismo, y sus detractores como el riverismo o el vierismo) y al mismo tiempo su figura preponderante era la que comandaba la unidad partidaria en las elecciones.

[3]​[4]​ El Partido Colorado se alzó nuevamente triunfante con José Serrato alcanzando la primera magistratura con 94.462 sufragios, a pesar de haber obtenido individualmente menos votos que Herrera, quien acumuló la cifra de 117.901.