Surgieron dudas sobre esta bula, debido a que los cardenales presbíteros reclamaban su admisión en la elección.
Cuando el antipapa Clemente III se instaló en Roma, sentenció a Gregorio VII al exilio.
Esto les permitió participar en la elección del sucesor de Gregorio VII.
Parece que estos diáconos, obedientes a Gregorio, no eran considerados cardenales.
Este cambio surgió debido al cisma del antipapa Clemente III.
Dauferio, aun así, rechazó la tiara, amenazando con regresar al monasterio.