[7] No obstante, pese a la separación, Pedro quiere volver con Claudia y por ello la acosa constantemente.
[10] Cuando al fin, atropelladamente, Tomás le confiesa a su esposa su encuentro con Claudia, Luisa decide abandonarlo, dejándolo solo en la casa.
Alicia es deseada por casi todos los profesores del Departamento y se ha ligado con muchos de ellos, sin embargo, pese a sus insinuaciones, Tomás la evade constantemente.
[22] Esa tarde en el Oxford, mientras espera a Marcelo, Ignacio Arices le habla de las películas La mujer del cuadro y Perversidad del director Fritz Lang, que tratan acerca de embrollos pesadillezcos como los que actualmente Tomás está viviendo; mientras la primera película tiene un final feliz, porque la pesadilla acaba siendo un sueño, la segunda tiene un final trágico, pues la pesadilla acaba siendo real.
El hombre golpea asustado a Marcelo, pero Ignacio consigue inmovilizarlo[29] hasta la llegada del portero con Claudia, quien indignada y asombrada, aclara que dicho hombre es Pedro, su marido, y sin más explicaciones echa a los tres amigos de su edificio.
[30] Los tres días siguientes Tomás los pasa encerrado en casa, sintiéndose agripado y profundamente humillado.
[35] Al día siguiente, pretendiendo seguir el consejo de Alicia, Tomás va a la oficina de la decana, pero esta no le da chance para explicarse, pues el historiador que se disputa su puesto académico ya se le ha adelantado, habiendo recién tenido relaciones con ella en su propia oficina.
[36] En la tarde Tomás va a comer con Ignacio, sin comentar nada sobre lo ocurrido con la decana ni del mal estado de su oposición.
[37] Ha pasado un mes desde que Tomás comenzó a escribir su historia, ha casi ya un año y medio de su reencuentro con Claudia.
[38] Su rutina sólo se vio alterada tras una llamada Claudia, quien lo convenció de juntarse a almorzar, para poder disculparse por lo ocurrido.
La comisión decidió rescindir su contrato cuando acabara el curso, y pese a las intenciones de sus amigos Marcelo, Ignacio y Bulnes por ayudarlo, Tomás ya no se sentía con energías para seguir aferrándose a su puesto.
En esta llamada se enteró de que su suegra había envejecido abruptamente y estaba senil.
Para su sorpresa, Tomás no se tomó tan mal la noticia, y convino en lo que fuera necesario.
Durante esos días falleció su suegra, y decidió asistir al funeral realizado en el tanatorio de Les Corts.
Por aquellos días, Alicia lo encontró en su oficina, resultando en un intenso encuentro sexual que dio comienzo a una apasionada relación.
[6] La narración, que comienza resumiendo el último mes transcurrido, se va acercando progresivamente al tiempo presente.
[44] Para el crítico Manuel Simón Viola, esta novela, que como es lo usual en la obra de Cercas, utiliza la forma autobiográfica, «inmerge al lector complicándolo afectivamente en el relato con un deje irónico de relato policíaco».