Una oración por Nora

[1]​ En esta misma editorial el autor ya había publicado en 1998 su primer libro de crónicas, titulado Una buena temporada.

Al igual que sus novelas El inquilino (1989) y La velocidad de la luz (2005), el relato está inspirado en los años que el escritor estudió en la Universidad de Illinois en Urbana, Estados Unidos.

[5]​ Este libro obtuvo una positiva reseña en el periódico El País, donde se le consideró un texto «ágil y contenido».

En El Cultural, por su parte, Juan Palomo destacó la decisión del autor por unirse a la campaña y decidir vender un libro suyo por 1 euro.

[2]​ Sobre este relato Manuel Simón Viola destaca el retorno nostálgico del protagonista a su pasado más jovial, promiscuo y liberal, refiriéndose desde distintos contextos a lo largo de la narración a ciertos equívocos y errores en su vida, que acaban por definir la biografía del personaje.