El rey Candaules
El ballet fue un gran éxito, la bailarina Henriette d'Or sorprendió al público con su interpretación de la reina Nisia.Los reyes y la gente de Lidia vienen a este lugar para preguntar al oráculo sobre el futuro.Ella le dice que secuestró al verdadero rey en su infancia, lo puso en el bosque a merced de las bestias salvajes y se apoderó de la corona él mismo.Ella levanta los brazos en señal de disposición, pero Candaules, asustado, insinúa su culpa.Giges regresa y se sorprende de no encontrar al Rey, pero Pythia lo toma de la mano, le ordena que se ponga la armadura dejada por Candaules y predice que pronto será rey.Candaules ordena que todos estén alerta y un guerrero, Giges, se coloca en la entrada de la tienda.Están impresionados por el esplendor de la tienda del rey, a la que Giges les prohíbe entrar.Al ver a su esposa en los brazos de Giges, Candaules toma al guerrero por un enemigo y se abalanza sobre él con una daga levantada, pero Nisia explica que Giges le ha salvado la vida.En este carro están el rey Candaules, Giges y los ministros principales.Los nobles ofrecen a su Rey las llaves de su capital, luego los cautivos desfilan ante él.Finalmente, Candaules, acompañado de Nisia, toma asiento y comienza la fiesta.Comienza un nuevo baile en el que participan Nisia, cupidos, ninfas y sílfides.Le siguen los sacerdotes de Venus que exigen una audiencia con el Rey.Los sacerdotes tienen miedo, porque Venus ya ha dado señales de su disgusto, ya que el hambre, la pestilencia y otras miserias han caído sobre la tierra y se están extendiendo por toda Lidia.El Rey pregunta al Sumo Sacerdote cómo se puede apaciguar a la diosa.Entonces el sacerdote le advierte que tenga cuidado con la ira de los dioses.En el mismo momento, se abre una cortina y aparece Pythia, que lleva una copa de oro.Todos pasan junto a Nisia sin notarla, salvo sólo Giges, que se inclina ante ella como de costumbre.Nisia oculta su disgusto, pero jura venganza, Candaules, todavía enamorado de su esposa, intenta calmarla.Mientras tanto, Pythia mira detrás de una cortina y señala la taza envenenada.Giges, coronado, lleva a su esposa hacia la mesa, coloca una mano sobre la llama sagrada y hace un voto.La gente está asombrada por este presagio y los sacerdotes se retiran de la mesa.Giges, embelesado con Nisia, ignora la advertencia, lleva a la Reina hacia los jardines y ordena que comience el festival.El acto se abre con la Danza de Diana, en la que participan Endymion y un sátiro.Los esclavos atienden a los invitados que están reclinados en las mesas y llenan sus copas de vino.Nisia, presa del pánico, corre entre los bailarines, que no pueden ver el motivo de su miedo.Finalmente, exhausta, cae en los brazos de Giges, pero el fantasma señala su tumba, donde espera a su esposa culpable.Una palidez mortal se apodera de sus rasgos y cae al suelo muerta.Giges y todos los presentes se retiran del cuerpo de Nisia.Se cree que la inspiración de Petipa para este duo era un cuadro del pintor ruso, Karl Bryullov .