El dirigible

La imagen queda totalmente en blanco cuando se retiran todos los pedazos de diario y los títulos pasan a tener letras negras.Aún sin acabar la presentación, aparece una filmación antigua del pasaje del dirigible Graf Zeppelin por Montevideo en la década de 1930 con una canción a capela, que es la única parte musicalizada de la introducción.Finalmente la imagen deja de ser un campo blanco y aparece un anciano recostado encendiendo un cigarrillo.La periodista (Laura Schneider) toma fotografías del quiosco e ingresa buscando un traductor de francés.A su lado, una señora mayor recita los primeros versos del poema «Lo inefable», de Delmira Agustini.En el interior de un automóvil, el inspector Carrizo (Ricardo Espalter) infla un globo blanco que se revienta cuando la periodista se asoma por la ventanilla para pedirle la hora, lo que produce un sonido similar al del disparo de apertura.La protagonista se aleja para hacer una llamada desde una cabina telefónica —que el policía puede escuchar a través de la radio policial—.En una escena filmada en sepia, se ve el interior de un taxi que recorre la ciudad.El inspector le dice que no toque nada y se pone a inflar un globo blanco frente a la ventana, que deja ir y se desinfla.Cuando sale del ascensor, está en un salón donde hay vasos tirados mientras se escucha la voz que anunciaba el espectáculo.La periodista le dice algo en francés y el tragafuegos se baja del escenario (haciendo sonido similar al del disparo de apertura) y acompaña a la periodista.Sin cambiar de escena, el tragafuegos aparece lanzando fuegos con una bengala y la periodista lo mira asombrada.Fue la primera película uruguaya en ser presentada en Cannes, anunciada como «la primera película del cine uruguayo», aunque de hecho se habían producido otras películas ya desde 1898 pero debido a la no existencia de una industria filmográfica propia ni producciones estables, se perdían los antecedentes de los trabajos anteriores.[6]​ Decidieron trabajar juntos en un proyecto en el que el canal inglés sería coproductor, filmado en 35 mm por los requerimientos internacionales, aunque en Uruguay no se utilizaba desde la década de 1960 excepto para algunos cortos publicitarios.Fue la primera vez que se entregaban becas fuera de Estados Unidos.[10]​ Según Martínez y Zapiola, «Cabe razonar que en algún momento del proceso, Dotta perdió el control».El papel femenino fue el último en llenarse porque a pesar de audicionar a más de cincuenta actrices tanto en Montevideo como en Buenos Aires ninguna llenaba las expectativas del director y la productora.[6]​ Finalmente eligieron a Laura Schneider, una modelo uruguaya de veintidós años que trabajaba para Valentino en Montevideo y Elite en Nueva York.[20]​ El álbum contiene las siguientes pistas:[14]​ Sobre su experiencia al hacer música para bandas de películas Cabrera dijo: «Me debo colocar psicológicamente en otro lugar porque ahí no mando yo.[22]​ Una vez realizada la filmación, la aduana no permitía trasladarla a la Argentina para poder revelar el film.[24]​ Según Osvaldo Saratsola «En la peor temporada de la historia para la exhibición cinematográfica comercial local llevó 13 188 espectadores a la sala de estreno, ubicándose en el décimo primer lugar del año».[27]​ Diario Sur la califica de «imprescindible»,[28]​ mientras que Zaragoza Latina la define como «una película altamente poética».Y además posee algunas de las escenas visualmente más ricas del cine uruguayo.
Ricardo Espalter , intérprete del inspector de policía.