El atrio de Cantuña
La paga por dicho trabajo era buena, pero la condición para cobrar era que debía realizarse en menos de 6 meses.[10][11][12][13] Una noche antes de terminar dicho plazo y al ver que la obra no estaba terminada, Cantuña pactó con el diablo para que la obra culminase antes del amanecer, ofreciendo como pago su alma.El diablo aceptó y varios cientos de diablillos trabajaron en la obra sin descanso.Cantuña, al ver que los trabajadores del diablo eran muy veloces y que su alma estaría destinada a sufrir castigada en el infierno, decidió engañar a este, escondiendo la última piedra de la construcción.Y en el momento que estaba dispuesto a colocar la piedra en su lugar, se fija en una gran inscripción en letras mayúsculas en latín que decía: "Contribución de Satanás para la gloria de Dios".