El Siglo Pintoresco

En el suelo se descubren dos pipas, un tintero, una paleta con pinceles, y a la derecha un bastidor.La portada del año 1845 incluye los siguientes datos: «El / Siglo Pintoresco,/ Periodico universal / ameno é instructivo al alcance de todas las clases.El texto se dispone a dos columnas en una caja de 232 × 153 mm.Como se advertía, título y subtítulo reúnen dos términos encarados que determinan los rasgos esenciales de la publicación que se incorpora al mercado de los magacines del siglo XIX.Por otro, Siguiendo, pues, los modelos de los magacines universales, El Siglo Pintoresco evitará la polémica y, aunque debiera manifestarse claramente apolítica, como toda publicación pintoresca, la mentalidad conservadora de su director literario se impone.Nueve meses después, al concluir el tomo del año 1845, Vicente Castelló, su director, firma el 31 de diciembre en la última página del cuaderno una nota «A los suscriptores» con la única voluntad de dar las gracias a los abonados por su fidelidad, asombrado por el éxito de la publicación (ya que ha debido reimprimir hasta en tres ocasiones los primeros números) y a los colaboradores por su dedicación.En esta circunstancia se mencionan autores de textos y dibujantes a la par.Entre los primeros se encuentran Francisco Navarro Villoslada, M. M. Bartolomé, Juan Eugenio de Hartzenbusch, El Solitario, Agustín Durán, Ramón de Navarrete, José Amador de los Ríos, Antonio Ferrer del Río y Benito Maestre; entre los dibujantes, Francisco Lameyer, Francisco Sainz y Fernando Miranda.Se alterna, por tanto, la historia con la ciencia, la biografía con las artes, considerando el carácter misceláneo de la revista.En cuanto a los textos literarios alternan los contemporáneos con los antiguos, tal y como señalaba la «Introducción», aunque predominan los primeros.El director literario indica, sin embargo, dos aspectos que pueden subsanarse: la irregularidad en la aparición de la revista, ocasionada por la emisión de números dobles los tres últimos meses;[nota 7]​ y la extensión de algunos artículos que hace que la lectura se alargue excesivamente en el tiempo.El director literario promete que «en las materias habrá mas variedad, y seremos mucho mas severos en la admision de artículos, principalmente de poesías y demas producciones que hablen tan solo á la imaginación».Francisco Navarro Villoslada, que no firmaba ninguna colaboración en el Semanario Pintoresco Español desde mayo de 1841, asume también entonces la dirección del Semanario y la de El Siglo.Solo Hartzenbusch, Navarrete, Romero Larrañaga, Amador de los Ríos, J. F. Díaz, Navarro Villoslada y Gabino Tejado, que ya colaboraban en la etapa anterior, siguen haciéndolo en 1847.Miguel Agustín Príncipe, Antonio Neira de Mosquera y Ramón Satorres inician su contribución en ese año.Como en la época anterior, se sigue manteniendo el principio de no publicar en la revista traducciones.En su ausencia él mismo se hará cargo de todas las decisiones relativas a «los negocios literarios y artísticos» del establecimiento.No parece que ocurra lo mismo con las actividades relativas al negocio, tal y como sugiere Cecilio Alonso al reproducir una carta de Fernández de los Ríos a Navarro Villoslada en la que le confiesa: «Nada puedo decir a V. en punto a cuentas con el establecimiento, puesto que no tengo la menor intervención en este ramo».Del mismo modo que en la etapa anterior, los artículos suelen seguir el orden señalado desde su fundación.No obstante, como señala Le Gentil:[14]​ «La revue s’inspire de l’actualité.Los poetas representados en El Siglo Pintoresco en esta época son: J. F. Díaz, Romero Larrañaga, Miguel Agustín Príncipe, Zorrilla, Manuel Bretón de los Herreros, Carolina Coronado y Teodoro Guerrero.Breves suelen ser las notas dedicadas a la sociedad y a la política españolas,[nota 10]​ y en el último caso no se tratará más que de crónicas escuetas e inofensivas para pasar enseguida a las críticas de los estrenos de teatro y ópera.Al iniciarse el año 1847 la «Revista del mes» pasa a denominarse «Revista mensual» y a concretar los días, generalmente del 10 al 20 de cada mes.Durante los meses de enero a mayo se añade al encabezamiento un sumario de su contenido bajo los epígrafes: Crónica, Teatros, Movimiento literario y Crónica extranjera.En cuanto a los dibujantes y grabadores, el listado se amplía en relación con la etapa anterior.No obstante, la revista acabará un año después refundiéndose con el Semanario Pintoresco Español en una operación en la que se verán implicadas otras publicaciones.[17]​[nota 13]​ Más adelante se unen otras publicaciones al Semanario.Así se advierte en la presentación a esta revista del tomo de 1848: Curiosamente El Siglo Pintoresco, que en 1845 había acudido al rescate del Semanario Pintoresco Español, acaba por ser absorbida por la revista fundada por Ramón de Mesonero Romanos, que se había consolidado en el mercado español como pionera de los magacines españoles, convertida ya en decana de la prensa ilustrada.Los textos y los grabados originales se mezclarán con los traducidos o «refundidos» y la mirada a la actualidad que caracteriza a las «Ilustraciones» se diluirá entre las páginas del Semanario.No obstante, a pesar de su breve vida El Siglo Pintoresco debe considerarse una digna representante de las ilustraciones pintorescas españolas y del romanticismo conservador en este país.