Durante este tiempo, los campesinos, que vivían en las afueras de la ciudad, se acercaban hasta este lugar a vender sus productos (leche, verduras, quesos, gallinas, etc.); con este incesante movimiento no tardaron en aparecer los artesanos tales como herreros, cesteros, etc. Debido a que la laguna empezaba a representar un problema sanitario por su insalubridad se decidió desecarla el 19 de agosto de 1523.Escoge los terrenos que ocupan en la actualidad el mercado del Fontán, finalizando en 1587 la obra.Los almacenes de las tiendas se fueron convirtiendo en viviendas de inquilinos y varios edificios se modificaron durante el siglo XIX aunque con ello no llega a perder el espíritu con el que fue concebida inicialmente./ Y tan humilde ejercicio / iba quitando, en verdad, / a muchas gentes el vicio / de su altiva vanidad.[1] Ya a finales del siglo XX, en 1981 la dirección General del Patrimonio Artístico realiza una restauración de la plaza, si bien esta restauración no frena el deterioro en el que se ve inmersa la plaza y que culmina en 1996 con la controvertida decisión del derribo y demolición total de la plaza, excepto la esquina en dónde se asienta la sidrería Casa Ramón (que había sido restaurada por el propietario).
Imagen del interior de la plaza del Fontán, a la izquierda se puede ver Casa Ramón, pintada de azul, la única parte original.