Es una especie muy apreciada como bonsái debido a su resistencia, sus hojas de pequeño tamaño y sus numerosas flores blancas.
Se han realizado importantes descubrimientos médicos en relación con los compuestos químicos presentes en ella.
[8] Es una especie sensible a la araña roja, el pulgón, la clorosis, las cochinillas y las babosas.
En Filipinas sus hojas se toman en infusión con fines medicinales para tratar tos, cólicos, diarreas y disentería, siendo fácil encontrarla en establecimientos alimenticios en forma de tabletas y en bolsitas de té.
Se debe trasplantar cada 2 o 3 años, eliminando en el proceso la mayor parte de la arcilla.
No soporta el alambrado, puesto que sus ramas son muy frágiles y puede resultar antiestético debido a la aparición de arrugas.
La prueba de Kruskal-Wallis mostró que esta mezcla es tan activa como el ácido mefenámico.
Demostrando, en la prueba de micronúcleos, que no presenta actividad mutagénica ni anti-mutagénica.
[12] Ehretia microphylla fue descrita por Jean-Baptiste Lamarck y publicado en Tableau Encyclopédique et Methodique 1: 425.