Ratón de laboratorio

Para cada experimento se escogen ratones de laboratorio que pertenezcan a una misma cepa pura o endogámica.

La cepa más utilizada ha sido la BALB/c (ratón albino), aunque existen otras disponibles (ej.

Las características que han hecho del ratón de laboratorio el modelo biológico y biomédico más utilizado en las investigaciones científicas son: En la actualidad se utilizan ratones que se han manipulado genéticamente.

El riñón, bazo, ojo y plasma son las matrices biológicas con mayores alteraciones metabolómicas observadas en comparación con los individuos controles, siendo la glucosa y el glutamato los metabolitos que con mayor frecuencia se encuentran aumentados[4]​.

Los ratones tienen un genoma agrupado en veinte pares de cromosomas, mientras que los seres humanos tienen veintitrés.

[5]​ El parecido genético entre las dos especies permite comparar los genes casi directamente, y permite a los científicos encontrar los mismos genes en humanos para decodificar las rutas y mecanismos de las enfermedades humanas, porque los ratones también pueden desarrollarlas.

En la construcción de ratones transgénicos, se pueden usar promotores generales que permiten una expresión continua y generalizada del transgen, o bien un promotor tejido-específico que producirá un patrón de expresión más restringido.

Los ratones knock-out son muy útiles en el estudio del cáncer y de otras enfermedades complejas.

El ganglio simpático, el cerebro medio dopaminérgico y las neuronas motoras no se encuentran afectados.

Un ratón knock-in es un organismo genéticamente modificado (OGM) al cual se le ha reemplazado un gen normal por uno alterado con una mutación específica.

Durante el siglo XX se documentaron las mutaciones espontáneas que permitieron identificar los genes responsables de la obesidad, el cáncer y la aterosclerosis.

Ratones albinos.
Grandes progresos en la ciencia no hubieran sido posible sin estas criaturas.
Ratón KO.