[1] La rama de la flor que une las piezas florales al tallo es un eje denominado pedicelo, que normalmente se dilata en su parte superior para formar el receptáculo en el cual se insertan las diversas piezas florales.
Ejemplo de especies con flores espiraladas son Magnolia grandiflora (magnoliáceas), Victoria cruziana (ninfeáceas) y Opuntia ficus-indica (cactáceas).
La prefloración vexilar es una variante de la precedente, con la pieza totalmente interna contigua a la externa, la cual ocupa una posición superior.
Según su duración con respecto a las otras piezas florales, el cáliz puede ser efímero o fugaz, cuando los sépalos caen al abrirse la flor, como en la amapola (Papaver rhoeas, papaveráceas); deciduo, cuando los sépalos se desprenden después de que ha ocurrido la fecundación; o persistente cuando permanece después de la fecundación y acompaña al fruto, como en el caso del manzano (Malus domestica, rosáceas).
En otros casos —Hymenocallis— el paraperigonio está constituido por una membrana que une entre sí a los filamentos de los estambres.
Las paredes de las células epidérmicas frecuentemente son convexas o papilosas, especialmente en la cara adaxial.
En muchos pétalos, como los de Brassica napus, las papilas son cónicas, con un engrosamiento cuticular marcado en el ápice, y estrías radiales hacia la base.
Algunas células epidérmicas de los pétalos son osmóforos, contienen aceites esenciales que imparten la fragancia característica a las flores.
Los colores oscuros, se deben a una absorción total de la luz operada por pigmentos complementarios.
Este color particular, visible sólo para los insectos, se denomina "púrpura de abejas".
El filamento es la parte estéril del estambre, puede ser muy largo, corto o faltar, en ese caso las anteras se denominan sésiles.
En las plantas con estilo hueco el tejido de transmisión (por donde crecen los tubo polínico para efectuar la fecundación) está constituido por una capa de células epidérmicas bastante diferenciadas que rodean un canal hueco (el denominado canal estilar).
En las plantas que poseen estilos sólidos, en cambio, las células epidérmicas se hallan íntimamente fusionadas y no dejan ningún espacio entre sí.
Se ha comprobado que el estigma está cubierto por proteínas hidrofílicas en la pared externa; son probablemente las que actúan en el reconocimiento del polen adecuado y en las reacciones de autoincompatibilidad, en cuyo caso a veces de deposita calosa para detener la germinación del polen incompatible.
Los estigmas secos no liberan secreciones líquidas, sino que producen proteínas o ceras.
El diagrama muestra que las flores son hermafroditas (tienen estambres y pistilo), actinomorfas (presentan varios planos de simetría).
El perigonio está formado por 6 tépalos dispuestos en dos verticilos trímeros (o sea, cada uno de ellos está formado por tres piezas), se hallan separados entre sí y libres de las demás piezas florales (se dice, entonces, dialitépalo).
El androceo presenta 6 estambres dispuestos en 2 verticilos también trímeros, los filamentos se hallan separados entre sí y libres de las demás piezas florales.
El gineceo es de ovario súpero y está formado por 3 carpelos connados, es trilocular.
Las siguientes son los símbolos más utilizados:[28] K = cáliz; por ejemplo, «K5» indica que la flor tiene 5 sépalos.
Los filamentos son delgados, filiformes o se hallan ensanchados en la base, pueden ser libres (Hippeastrum) o estar unidos entre sí por medio de una membrana que rodea a todo el ovario que se denomina «copa estaminal», como por ejemplo en Hymenocallis.
El ovario se continua con un estilo y con un estigma diminuto, capitado a profundamente trífido.
Las brácteas involucrales que encierran a los pimpollos de las flores pueden estar presentes o ausentes.
Las flores son hermafroditas (raramente unisexuales), en general zigomorfas (de simetría bilateral), usualmente resupinadas (es decir, las partes florales giran 180° durante el desarrollo), muchas veces conspicuas y epíginas (es decir, las piezas del perianto se disponen por encima del ovario).
Algunos autores interpretan al perianto de las orquídeas como un perigonio, formado por seis tépalos dispuestos en dos verticilos.
Los pétalos, o tépalos internos, están siempre separados, a veces presentan puntos, manchas y colores muy variados.
Las tecas de las anteras se disponen en la porción del ginostemo denominada clinandro o androclino.
Estas polinias presentan un apéndice filiforme –llamado caudícula– que se une con una masa pegajosa –retináculo o viscidium– sobre el rostelo, estructura derivada del estigma con forma de lóbulo alargado y que se sitúa sobre la porción receptiva del estigma.
El gineceo está formado por tres carpelos fusionados entre sí, con el ovario ínfero, que puede presentar un lóculo o tres, y numerosos óvulos (hasta millones) de placentación usualmente parietal, pero ocasionalmente de placentación axilar.
Las orquídeas son, en general, productoras de néctar, sustancia que utilizan como recompensa a los polinizadores.