El efecto de oposición (a veces conocido como el pico de oposición o efecto Seeliger[1]) consiste en el aumento del brillo reflejado por una superficie rugosa (o por un objeto con muchas partículas), cuando se ilumina directamente desde detrás del observador.
Se han propuesto dos mecanismos físicos para explicar este fenómeno óptico: la ocultación de las sombras y la retrodispersión coherente.
A medida que el ángulo de fase de un objeto iluminado por el Sol disminuye (es decir, se acercan a estar alineados), el brillo del objeto aumenta rápidamente.
Esto se debe principalmente a la mayor área iluminada, pero también se debe en parte al brillo intrínseco de la parte que está iluminada por el Sol.
Por esta razón, una luna llena es más de dos veces tan brillante como la luna en la primera o en la tercera semanas, aunque el área visible iluminada parece ser exactamente dos veces más grande.
[2] Existe una teoría para explicar un efecto adicional que aumenta el brillo durante la oposición, denominada retrodispersión coherente.
En cambio, no se ha detectado tal aumento para cuerpos con atmósferas significativas.