Eduardo Victoria de Lecea Arana

Estrechos vínculos de amistad le unían a Práxedes Mateo Sagasta.Tal y como dice Pablo Alzola,[3]​ en sus salones “se leían poesías y se representaban con maestría diversas comedias, destacándose D. Eduardo como actor consumado en el papel de «el hombre de mundo», que era a la sazón obra de gran fama”.Dicho palacio hospedó al jefe de gobierno Práxedes Mateo Sagasta en un viaje oficial a Bilbao.El apellido Victoria de Lecea sobresalió igualmente en los círculos socio-culturales bilbaínos.Éstos fueron acusados de participación en la conspiración, y los diputados segundos y terceros se consideraron excluidos de sus cargos al “haber perdido los Diputados primeros su investidura sin haberla delegado con los requisitos del Fuero”.La Diputación existente hasta la fecha se sometió a la medida, disolviéndose, pero protestó la ilegalidad cometida al carecer el Estado de la facultad de modificar las instituciones del país.Propuso nombrar una comisión que redactase un manifiesto dirigido a los habitantes del Señorío explicando las causas de la instauración del nuevo gobierno interino.Se le nombró para conferenciar con el ministro de la Gobernación (13-9-1870), expresando no ser la persona acorde por “los pocos conocimientos que acerca de la legislación del País tenía”, por lo cual se unió en comisión Timoteo Loizaga.Las medidas propuestas hacían referencia también al obispado de Vitoria, arreglo parroquial y el clero en general.Un año después llegaba su designación como diputado a Cortes, por el distrito de Bilbao.Integró comisiones de carreteras y ferrocarriles, como antes en el Senado.