Eduardo Vicente
Participó en el Museo del pueblo puesto en marcha por las Misiones Pedagógicas.Hay noticia de desconocidas desavenencias con Ramón Gaya y otros pintores implicados en el museo ambulante que le llevaron a dimitir de sus supuestos cargos y abandonar el proyecto.En ese periodo le descubriría Eugenio d'Ors que le puso en contacto con los círculos del galerista Aurelio Biosca y le encargó el cartel para el Salón de los Once organizado por la Academia Breve de Crítica de Arte.Participó en las tertulias del café Gijón, se puso de moda y el crítico Manuel Sánchez Camargo lo incluyó en 1954 en su libro Pintura española contemporánea y en la inexistente pero muy comentada "escuela de Madrid".En la primavera madrileña del año 1968, cuando iba a celebrarse una muestra de su obra en la Galería Quixote, sus amigos, inquietos al no verle durante varios días, descubrieron su cuerpo en un rincón de su estudio donde al parecer llevaba tres días muerto.