[3] Curia se autodefinió en diferentes oportunidades como un economista «peronista», «pragmático» y «neodesarrollista».
[3] Durante la campaña presidencial de 1989, endorsó y asesoró a Carlos Menem, que tras resultar electo lo designó secretario de Gestión Económica en el ministerio encabezado sucesivamente por Miguel Roig y Néstor Rapanelli, en el marco del llamado «Plan Bunge & Born».
[5][6] Abandonó la secretaría unos días previos a la implementación del Plan Bonex por Antonio Erman González en diciembre de 1989.
Sobre su paso por el gobierno de Menem, Curia diría que la línea económica representada por Guido Di Tella y Domingo Cavallo terminaría por imponerse ante la representada por él mismo y Marcelo Diamand.
[5] Brindó un apoyo crítico a las políticas económicas del gobierno de Néstor Kirchner, al elogiar el modelo de producción dedicado a la exportación gracias a un tipo de cambio alto con inversión y superávit fiscal; aunque alertando que «cuando (la inflación) entra en los dos dígitos, no se sabe cómo se termina» y tomando un tono más crítico con las decisiones del 2009 en adelante, en especial en relación con el tipo de cambio.