Eduardo, príncipe de Anhalt

[2]​ Al parecer pagó 10.000 marcos a Bertha von Stephani para mejorar su categoría social por adopción entre adultos.

[9]​ Posteriormente, Anhalt se convirtió en un frecuente comentarista en la televisión alemana para acontecimientos relacionados con la realeza.

[10]​ En 1978, Eduardo escribió un libro[11]​ sobre las tradiciones de su familia, Askanische Sagen über die Entstehung der Deutschen (en español: Leyendas ascanias sobre el origen de los alemanes).

[12]​ Una edición revisada y ampliada del libro con el título Sagenhaftes Askanien: Geschichten und Legenden (en español, Increíble Ascania, historias y leyendas) fue publicado en 2004.

[14]​ En 1990, Eduardo presentó una demanda para recuperar la propiedad del palacio de la familia, Schloss Ballenstedt, que había sido confiscado por las autoridades comunistas en la Alemania Oriental después de la Segunda Guerra Mundial.

Si Eduardo muere sin descendencia masculina, la Casa se consideraría extinta.

[27]​ En 2010 Eduardo modificó las leyes de la Casa de Anhalt-Ascania, aboliendo las leyes sálicas o semisálicas: reconoció a la hija primogénita como su heredera y determinó que en el futuro el sexo sería irrelevante para determinar la línea del linaje.