Cuando el gobernador Víctor Manzanilla Schaffer solicitó licencia para dejar su cargo, Sauri fue designada por el Congreso de Yucatán para sustituirlo.
[8] Recibió al Papa Juan Pablo II durante su tercera visita a México.
Desempeñaba ese cargo cuando, en las elecciones del año 2000, el partido fue derrotado por primera vez en unas elecciones presidenciales; tras esta derrota tuvo la intención de renunciar, pero no le fue aceptada la renuncia, permaneciendo en el cargo hasta 2002.
Aunque se le consideraba favorita, la candidatura fue obtenida por Ivonne Ortega Pacheco.
Finalmente, Dulce María Sauri se mantuvo leal a su partido e inclusive declaró que votaría por Ivonne Ortega Pacheco.