La renta se constiuía en prenda sobre unos señoríos en Bohemia conocidos bajo el nombre de bávaro-palatinos.
[1] El ducado revertiría al gran ducado de Toscana en dos casos: Tras el colapso del Imperio francés, el ejército austríaco ocupó los territorios del principado de Luca y Piombino.
La antigua reina de Etruria se refugió en su residencia romana y se negó rotundamente a tomar posesión del nuevo ducado que le había sido asignado.
[2] El 7 de diciembre del mismo año la nueva duquesa realizó su entrada solemne en sus estados.
[Nota 3][12] Es posible que Leopoldo II simplemente quisiera resaltar la diferencia entre el nuevo gobierno gran ducal, caracterizado por la tradicional aversión a la pena de muerte, y el de los Borbones.