Los plenipotenciarios fueron:[3] El tratado fijó, mejoró y aclaró distintas cuestiones sobre las futuras reversiones tanto del ducado de Luca y como del ducado de Parma y sus implicaciones territoriales para los estados aledaños.
Las principales decisiones consistieron en:[4] Además de ello, se racionalizaron los límites entre los ducados de Parma y Módena a lo largo del río Enza en Emilia, y, para superar los respectivos enclaves en Lunigiana, se llevó a cabo el intercambio amistoso de los antiguos territorios toscanos de Albiano, Calice, Riccò e Terrarossa, cedidos a Parma en virtud de otro artículo del tratado, con los antiguos feudos imperiales de Treschietto, Villafranca, Castevoli e Mulazzo, pertenecientes a Módena desde 1815.
El tratado fue respetado por los signatarios en su mayor parte.
No obstante surgieron dificultades en su aplicación debido a las reticencias de las poblaciones de los territorios cedidos en el tratado.
Debido a la inestabilidad política producida por las presiones liberales en Luca, su soberano Carlos Luis se vio obligado a ceder el ducado de Luca al gran duque de Toscana el 4 de octubre de 1847.