Se dio cuenta de que sus botas estándar del ejército eran demasiado incómodas para su pie herido.
Mientras se recuperaba, proyectó mejoras para las botas, con cuero flexible y suelas con aire.
Märtens no tuvo mucha suerte vendiendo su calzado, hasta que se reencontró con un antiguo amigo universitario, el Dr. Herbert Funck, en Múnich en 1947.
En 1959, la compañía había progresado tanto que Martens y Funck consideraron la venta en el mercado de calzado internacional.
Giggs convirtió al inglés el nombre (el nombre de las botas cambió de Maertens a Martens, ya que este último era más comercial), reformó levemente el tacón para un mejor ajuste, añadió la característica costura amarilla y patentó la suela como AirWair.
Este cambio también trajo consigo que muchos punks y skins optaran por otras marcas de botas similares a las Dr. Martens, como Solovair, Tredair, Grinders, Gripfast y Rangers, que todavía eran fabricadas en el Reino Unido.