Lisbeth Salander

[2]​[5]​ Tiene piercings en la ceja, la lengua, la nariz, el ombligo, los pezones, la vulva y las orejas, así como varios tatuajes, de los cuales los más llamativos son un gran dragón que cruza su espalda y una avispa en el cuello.

En el segundo libro, Lisbeth retira varias de estas modificaciones para evitar llamar la atención.

Pese a su inteligencia fuera de lo común, Salander tiene problemas para relacionarse en sociedad con normalidad.

Fruto de esos traumas de juventud, Salander siente también un odio extremo hacia los hombres que maltratan a las mujeres, las personas que maltratan a otras personas y no duda en utilizar contra ellos/as la violencia más cruda.

[6]​ Para la versión estadounidense se barajó el nombre de la actriz británica Carey Mulligan, pero el director David Fincher la descartó finalmente por ser «demasiado formal».