Se desempeñó como secretario del Concejo Provincial de Lima pero renunció cuando el gobierno central quiso intervenir en la renovación del personal concejal en 1877.
Luego se afilió al Partido Civil, que por entonces hacía oposición al gobierno de Mariano Ignacio Prado.
Por haber prorrogado el presupuesto por un año entero sin solicitar la autorización legislativa, fue interpelado en el Congreso.
Su censura fue aprobada, luego de debates ardorosos, en los que destacó el diputado opositor Mariano H. Cornejo.
A Almenara no le quedó otra alternativa sino presentar su renuncia, junto con todo su gabinete.