Doce apóstoles de México
Hernán Cortés los recibió con muestras de veneración y los agasajó solemnemente.Les seguían y les rodeaban los indios sin parar, hablando en el idioma local, del que los piadosos hijos de San Francisco no sacaban en limpio más que una constante repetición de la palabra «motolínea».La insistencia de los nativos les picó la curiosidad y preguntaron qué significaba aquel vocablo.Una vez asentados en la región, pidieron a los caciques y principales que les enviasen sus hijos para educarlos en la fe cristiana.No les resultó fácil convencer a los respectivos progenitores, pero no se desalentaron, y los colegios franciscanos resultaron una institución de primer rango en el México cristiano.