En 1861 la Ley de Ofensas Contra la Persona y en 1885 una enmienda a la Ley Criminal, ambas dictadas por el Parlamento del Reino Unido antes de la independencia irlandesa, penalizaban la homosexualidad en el país.
Una vez conseguida la independencia Irlanda permaneció con estas leyes, mientras el Reino Unido las abolió en 1967.
Estas leyes prohíben la discriminación en cualquiera de los siguientes campos: empleo, formación profesional, publicidad, convenios colectivos, oferta de bienes y servicios y otra oportunidades disponibles al público.
Aparte del acceso al matrimonio las personas LGBT tienen otras prohibiciones como la donación de sangre.
El exPrimer Ministro de Irlanda, Bertie Ahern dijo que la unión civil se aprobaría durante su gobierno.
La ley ha sido resultado del consenso logrado entre los partidos que conforman la coalición de gobierno.
Amnistía Internacional ha criticado la propuesta argumentando que la unión civil creará ciudadanos de segunda clase.