Dispersión (contaminantes)

El camino que seguiría un contaminante, por ejemplo, un pesticida orgánico vertido sobre una plantación, es el siguiente: La sustancia es depositada sobre la superficie del suelo y de los vegetales.

Generalmente, una sustancia soluble en agua tiende a eliminarse fácilmente, mientras que si no lo es tiene preferencia por acumularse en el tejido graso.

Así, una sustancia con un bajo punto de ebullición tendrá más facilidad para pasar al estado gaseoso y movilizarse desde la hidrosfera (ríos, mar), la superficie de los vegetales e incluso la superficie terrestre a la atmósfera.

Los contaminantes pasan también por evaporación o arrastre a las partículas de líquido que se encuentran en suspensión en la atmósfera, y que aunque no constituyen un compartimento ambiental aparte, es necesario considerar por separado por la importancia de los procesos que pueden darse en ellas, debido a sus características especiales: la interfase aire- agua es aquí mucho mayor, lo que facilita la evaporación, la reacción con especies gaseosas, la intervención de la luz solar en la degradación, etc. Se refiere a la mera dispersión física de materia en un medio.

Deposición seca: El contaminante en la atmósfera pasa de nuevo al suelo o la superficie vegetal por acción del viento y la gravedad.

Fenómenos a través de los cuales se produce la movilidad de los contaminantes entre los distintos compartimentos.