Disociación en química es un proceso general en el cual complejos, moléculas y/o sales se separan en moléculas más pequeñas, iones o radicales, usualmente de manera reversible.
Disociación es lo opuesto de la asociación, síntesis química o a la recombinación.
Cuando un ácido de Brønsted-Lowry se pone en el agua, un enlace covalente entre un átomo electronegativo y un átomo de hidrógeno se rompe por la fisión heterolítica, lo que da un protón y un ion negativo.
La disociación en sales por solvatación en un solvente como agua significa la separación de los aniones y cationes.
La sal puede recuperarse por la evaporación del solvente o por cristalización al reducir la temperatura.
Estas cantidades de sustancia se miden en moles, o en cualquier magnitud proporcional a los moles: masa, volumen de gas medidos en iguales condiciones...
Así por ejemplo, si calentamos 140 gramos de yoduro de hidrógeno y al alcanzar el equilibrio, sólo quedan 75 g, se deduce que se han disociado 140g - 75 g = 65 g. Y por tanto, el grado de disociación (%) será
La fragmentación de una molécula puede darse por heterólisis u homólisis.
Los polímeros que no son capaces de disociarse deben ser solubles en un determinado disolvente, generalmente agua; allí pueden separarse en iones, donde generalmente se forman polielectrolitos como los ácidos nucleicos (naturales) o poli(ácido acrílico) o el Poli(ácido metacrílico) (sintéticos).
El conocimiento sobre los polielectrolitos es escaso debido a su complejo química.
El agua, el disolvente universal, tanto en fase líquida y pura como actuando de disolvente subsiste en un estado de equilibrio dinámico transformándose el agua en protones, proton: H+ e hidroxilo: OH- Donde aq significa acuoso.
Esta disociación, en dirección a la derecha ocurre únicamente hasta que el equilibrio se alcanza, después ocurre en ambas direcciones a la misma velocidad.