Dirección Nacional de Industrias del Estado
La presencia de inversiones directas alemanas en Argentina era menor, aunque en algunos casos tenía carácter monopólico.Inmediatamente el gobierno argentino dictó una serie de decretos incautando empresas y sociedades civiles de propiedad alemana, que sumaron 147 asociaciones civiles y sociedades comerciales.El proyecto del gobierno peronista era ir devolviendo las empresas, pero tratando al mismo tiempo de que los nuevos capitalistas alemanes mantuvieran las mismas en producción, se asociaran con capitales privados argentinos y realizaran nuevas inversiones que modernizaran y ampliaran la capacidad productivas de las empresas.En 1955, cuando aún se encontraba en el poder el gobierno peronista, fueron privatizados los talleres de Motordinie (ex Motores Deutz).Pocas semanas después Lonardi fue derrocado por otro golpe de Estado interno y reemplazado por el general liberal Pedro Eugenio Aramburu, que inició una política abiertamente antiperonista, que incluía una fuerte redefinición del proyecto industrial y el papel del Estado en la economía.El Plan Prébisch fue presentado en enero de 1956, generando una fuerte resistencia del empresariado nacional, los sindicatos y el movimiento estudiantil.Pero la solución de la cuestión de las empresas alemanas era también una exigencia para que la Argentina pudiera ingresar al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, debido a que Alemania vetaba el ingreso de Argentina a dichos organismos, si no se resolvía antes la cuestión.Dos días más tarde los sindicatos se reunieron con el presidente, quien les informó que no derogaría los decretos, porque obedecían a compromisos internacionales que el gobierno iba a respetar.[19] La oposición sindical se vio debilitada por el apoyo a Frondizi de las 62 Organizaciones peronistas, que aún mantenían el Pacto Perón-Frondizi.Varias empresas multinacionales alemanas readquirieron sus filiales en Argentina, como Merck, Shering, Química Hoescht, Osram, Miag (Fábrica Argentina de Instalaciones Industriales), Bayer de Leverkusen (Monopol) y Gunther Wagner.En cambio no hubo interés en algunas empresas debido a que habían cedido las patentes, como fueron los casos de Siemens-Schuckert, Thyseen, Deuz Otto y Robert Bosch.[22] Durante julio y agosto se produjo una lucha interna dentro del partido gobernante, la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), liderada por el diputado José Liceaga, para mantener en el Estado las empresas de DINIE.Por esa razón el Estado argentino compró en ese momento varias empresas de la DINIE, como Electrodinie, Crisoldinie,[1] Ferrodinie, Metaldinie, y especialmente La Química Bayer, Anildinie y Perfumerías Tosca.[23] Los remates y el acuerdo de distribución con Alemania, fueron cuestionados por ser muy desfavorables al Estado argentino.