Diopites

En consecuencia, Diopites reclutó un ejército de mercenarios para atacar Cardia.Esta ciudad fue apoyada, pero no con las armas en primera instancia, por Filipo II de Macedonia.Ante ello, Diopites en lugar de asediar la ciudad saqueó un territorio de Tracia ocupado por los macedonios, aprovechando que el macedonio estaba ausente en el interior en su expedición militar contra los reyes odrisios Teres II y Cersobleptes.Diopites fue defendido por Demóstenes en el discurso, aún existente, Sobre los asuntos del Quersoneso, (primavera del año 341 a. C. La defensa fue un éxito, pues se le permitió conservar su mando.[2]​ La enemistad de Diopites con Filipo le atrajo el favor del rey aqueménida Artajerjes III, quien, como dice Aristóteles, le envió algunos regalos valiosos, que llegaron poco antes de su muerte.