Para ciertas personas con presión arterial sensible a la sal o enfermedades como la enfermedad de Ménière, esta ingesta adicional puede tener un efecto negativo en la salud.
[6] Un médico puede recetar una dieta baja en sodio para pacientes con diabetes insípida.
La leche, la remolacha y el apio también contienen sodio de forma natural, al igual que el agua potable, aunque la cantidad varía según la fuente.
[8] Además, los alimentos procesados como las papas fritas, las cenas congeladas y los embutidos tienen un alto contenido de sodio.
Los alimentos frescos sin procesar, como las frutas frescas, la mayoría de las verduras, la carne de res, las aves, el pescado y los granos sin procesar son bajos en sodio.