Al mismo tiempo, sin embargo, el capitán Francisco Mirones logró convencer la gobernador de emprender la conquista militar del Petén guatemalteco, que seguía bajo dominio de los itzaes.
Al enterarse Diego Delgado de que se iba a utilizar la fuerza para doblegar a los indígenas, se adelantó a los milicianos de Mirones y emprendió la ruta hacia Tayasal donde estaba el reducto más importante de los mayas para intentar pactar con ellos.
[4] Pero la misma suerte corrieron los que se quedaron en Sacalum, incluyendo el capitán Mirones cuya actitud pugnaz y altanera había ofendido y alterado a los indígenas que se encontraban en la población sujetos a la evangelización de los franciscanos.
Y no solamente él, sino también fray Juan Henríquez que se había quedado a sustituir al P. Delgado.
Para ello fue enviado el capitán Fernando Caamal al frente de un contingente militar que logró aprisionar a un considerable número de rebeldes y particularmente a quien había encabezado la rebelión: Ah Kin Pol el batab del pueblo.
[4] Cárdenas gobernó cinco años de su periodo y le fueron otorgados dos más.
Cuando los concluyó, en 1628, entregó el poder a su sucesor Juan de Vargas Machuca.