Diego Ladrón de Guevara Orozco y Calderón (1641-1718) fue un funcionario eclesiástico de los territorios de ultramar del imperio español, XXV virrey del Perú en los años de 1710 a 1716.
Bachiller y licenciado en Cánones y Leyes de la Universidad de Sigüenza, y catedrático de Código en la misma.
Allí se le encargó asumir interinamente la presidencia de la Real Audiencia (1695), así como la gobernación y comandancia general de Tierra Firme, en lugar de Pedro José de Guzmán-Dávalos, Marqués de la Mina; y en atención a las acusaciones formuladas por tres oidores, lo recluyó.
Efectuó la visita pastoral; y además de proteger el establecimiento de la Universidad de San Cristóbal, impulsó la terminación del convento e iglesia de Santa Teresa.
Pero pronto hubo de trasladarse al obispado de Quito (1705), que se hallaba vacante.