Su dimensión referencial puede ser explicada mediante el pacto autobiográfico,[2][3] pero la lectura ficcional del diario personal requiere la presencia de componentes narrativos.En especial el espacio íntimo que descubrimos en el diario se convertirá también en una de las cuestiones más recurrentes de los estudios del diarismo: cómo se construye la intimidad en el texto diarístico.Nace pues el diario personal, que no se hace visible hasta el siglo XIX, momento en el que se publica y evoluciona hasta formar parte del sistema literario.En la Suiza francófona se publicará el que va a ser el diario más importante del siglo XIX, el de Henri-Frédéric Amiel (1883).Tras la guerra civil española, fue César González Ruano el primero en publicar su Diario íntimo, aparecido en 1951.
Bolígrafo del siglo
XX
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Andrés Trapiello
, junto con otros vocales del comisionado de Memoria Histórica en marzo de 2017