Sede titular

El Código de Derecho Canónico dice: "A no ser que por la naturaleza del asunto o por prescripción del derecho conste otra cosa, se equiparan en derecho al Obispo diocesano aquellos que presiden otras comunidades de fieles de las que se trata en el c. 368,"[6]​ y en el citados canon 368: "Iglesias particulares, en las cuales y desde las cuales existe la Iglesia católica una y única, son principalmente las diócesis a las que, si no se establece otra cosa, se asimilan la prelatura territorial y la abadía territorial, el vicariato apostólico y la prefectura apostólica así como la administración apostólica erigida de manera estable.[1]​[9]​ Según el Anuario Pontificio, el origen de los obispos titulares se remonta al siglo IV.[15]​[16]​ Auguste Boudinhon interpretó el decreto de León X como concesión a favor de únicamente los cardinales, privilegio extendido por Pío V a aquellas sedes en donde era costumbre que hubiera un obispo auxiliar y luego más ampliamente.[18]​ El 1933 la Sagrada Congregación Consistorial publicó el Index sedium titularium archiepiscopalium et episcopalium, una compilación confiada por el cardenal prefecto Raffaele Carlo Rossi al religioso asuncionista Siméon Vailhé (1873-1960), que enumera 1712 sedes.[20]​[21]​ Entre ellas algunas, por ejemplo Alba Marittima y Ossero, que difícilmente podían clasificarse como in partibus infidelium.Desde entonces el Anuario Pontificio ha indicado que las sedes titulares están compiladas según el Index de 1933 con actualizaciones sucesivas.En el pasado se asignaron sedes titulares a: Durante la expansión histórica del cristianismo, la Iglesia católica se agrandó, sin embargo, en algunas áreas del mundo en donde la religión cristiana una vez floreció, la presencia de la Iglesia católica está ahora disminuyendo o desapareciendo.