Diálogos de paz entre el gobierno de Alberto Fujimori y Sendero Luminoso

El comité central senderista en prisión tenían como objetivo lograr un "acuerdos de paz" que, a cambio de declarar el fin del conflicto, otorgara beneficios judiciales y penitenciarios a los senderistas.

Esta posición de Guzmán y sus seguidores se conoce como «acuerdismo».

Tras el anuncio público del "acuerdo de paz" y su difusión, los senderistas se dividieron en dos facciones: los acuerdistas y otra en contra que proclamaba la continuación de las acciones armadas (la facción Pro-Seguir).

[3]​ Días después de su captura, Guzmán fue presentado con un traje a rayas ante la prensa.

[4]​ Para Guzmán, el acuerdo era un repliegue y una estrategia para pasar de la "lucha política con armas" a la "lucha política sin armas" hacia la conquista del poder[7]​ ya que consideraba que era necesario negociar un "acuerdo de paz" para preservar la unidad del partido.

Los senderistas libres interpretaron sus arengas en la presentación como un llamado a continuar la "guerra popular".

[12]​ En junio, Montesinos le pidió a Guzmán que escribiera una carta halagando la estrategia antisubversiva de Alberto Fujimori.

La cuestión de dirección es decisiva y ella en nuestro caso no podrá ser resuelta en buen tiempo.

En consecuencia, los hechos muestran que la perspectiva de la guerra popular no sería el desarrollo sino simplemente su mantenimiento.

[2]​[15]​ Posteriormente, Guzmán en un comunicado manifestaría que:[6]​ Fujimori leyó la primera carta en la ONU el 1º de octubre del 93 dando una rotunda y directa negativa [al acuerdo de paz], la segunda la difundió en el Perú comentándola a su favor en burda manipulación, lo que en vez de coadyuvar a que los camaradas afuera analizaran, pensaran en «montaje» y se opusieran.

En dicho comunicado, los líderes senderistas manifestaban que:[16]​[fuente cuestionable]Como militantes del Partido Comunista del Perú, con muy alta sujeción a la Jefatura y a la Dirección Central, con cabal conciencia y pleno convencimiento de su insoslayable necesidad histórica, apoyamos las cartas del Presidente Gonzalo y la camarada Miriam dirigidas al Señor Presidente de la República, ingeniero Alberto Fujimori Fujimori, solicitándole conversaciones para llegar a un Acuerdo de Paz, cuya aplicación conduzca a concluir la guerra que por ya más de trece años vive el país, petición que hacemos nuestra y reiteramos... alertamos y llamamos a la militancia a tener muy alta vigilancia, contra toda acción desesperada, aventurera, o de provocación de terceros (…) previniendo al máximo tales actos y denunciándolos rotunda e inmediatamente.Se llevaron campañas de entregas de volantes con la frase "¡Gonzalo se rindió, entrégate!

Óscar Ramírez Durand, alias "Camarada Feliciano", se convirtió en el máximo representante de la facción Pro-Seguir y dio origen a Sendero Rojo (que fue desarticulado en 1999 con su captura en la Operación Cerco 99 y de cuyos remanentes surgiría el Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) bajo el mando de Víctor Quispe Palomino, "Camarada José".

Paralelamente al MPCP surgieron otros grupos remanentes como el Comité Base Mantaro Rojo y la Facción del Huallaga).

[6]​ En 1995, Montesinos reactivó las conversaciones para "quebrar" a Margie Clavo Peralta, alias "Camarada Nancy", una de las líderes más importantes de la facción Pro-Seguir, y otros dos dirigentes detenidos.

[23]​ Tras la captura de Ramírez Durand en la Operación Cerco 99, se puso en marcha la Operación Dúo-99 para capturar a Víctor Quispe Palomino, alias "Camarada José", y Orlando Borda Casafranca, alias "Camarada Alipio", pero la caída del régimen fujimorista en noviembre del 2000 impidió el logro del objetivo.