Destilación destructiva

Actualmente la principal aplicación industrial de la destilación destructiva es el carbón.

La masa del producto representará solo una parte de la masa de la materia prima, debido a que gran parte del material permanece como carbón vegetal, cenizas y alquitranes no volátiles.

En contraste, la combustión consume la mayor parte de la materia orgánica, y el peso neto de los productos equivale aproximadamente a cuatro veces la masa del combustible consumido.

La destilación destructiva y los procesos relacionados son, en efecto, los descendientes industriales modernos de las embarcaciones tradicionales que queman carbón.

Los procesos modernos son sofisticados y requieren una ingeniería cuidadosa para producir los productos más valiosos posibles a partir de las materias primas disponibles.

Muchos experimentos tempranos utilizaron réplicas para la destilación destructiva.