Los tipos incluyen:[1] La PEM es bastante común en todo el mundo, tanto en niños como en adultos, y representa 6 millones de muertes al año.
Durante el embarazo, uno debe aspirar a una dieta que contenga al menos un 20% de proteínas para la salud del feto.
Incluso las dietas de desnutrición proteica leve (7,2%) han demostrado tener efectos significativos y duraderos en ratas.
Cuando las mujeres embarazadas de varias especies recibieron dietas bajas en proteínas, se demostró que las crías tenían muchos déficits.
Sin embargo, se han observado una variedad de otras condiciones con PEM, que incluyen sepsis, anemia severa, bronconeumonía, VIH, tuberculosis, sarna, otitis media supurativa crónica, raquitismo y queratomalacia.
Epidemiológicamente, también hay asociaciones entre la desnutrición y otros riesgos para la salud a través del factor subyacente común de la pobreza.