A partir de esa teoría, los primeros seres humanos que arribaron a las Malvinas habrían sido nativos de territorios que luego integrarían la Argentina y Chile.Esto quiere decir que los linajes del lobo de crín o aguará guazú y el lobo de las islas Malvinas llegaron desde América del Norte ya distanciados.En una carta a Piero Soderini, fechada en Lisboa a 4 de septiembre de 1504 y denominada Lettera di Amerigo Vespucci delle isole nuovamente trovate in quatro suoi viaggi, el navegante relató:Este día se levantó en el mar una tormenta tan recia que nos hizo amainar del todo nuestras velas y corrimos a palo seco, con mucho viento que era el Lebeche [del SW], con olas grandísimas y el aire tormentoso, y era tanta la tempestad que toda la flota estaba en gran temor.Groussac señala que la costa avistada pudo haber sido en realidad parte de los acantilados continentales.[5][6][7][8] Sin embargo en una carta anterior a su protector, Lorenzo de Pierfrancesco de Médici, fechada en 1502 y conocida como Mundus Novus, Vespucio mencionaba que tras haber alcanzado los 50° sur pero sin tener la costa a la vista, había decidido retornar a Portugal, contradiciendo lo que luego consignaría en la Lettera precitada, en donde afirma haber encontrado tierra a los 52° sur: No obstante, siendo ambas cartas traducciones cuyos originales se han perdido, y que formaban parte de una correspondencia mucho mayor, la confusión persiste todavía hoy.[cita requerida] Según el relato del propio almirante otomano Piri Reis, este basó su portulano de 1513 en cuatro (por entonces novedosas) cartas portuguesas, ocho ptolemaicas, una árabe y una colombina.Este grupo de islas ha sido asociado con las Malvinas tanto por su notabilidad como por su semejanza posicional.Una única nota acompaña a la toponimia: «Buadalar issizdir, ama bahar coktur» («Estas islas están desiertas pero la primavera allí dura mucho»).La versión más difundida afirma que el descubridor del archipiélago fue Esteban Gómez, piloto de la nave San Antón o San Antonio, cuyo nombre dio origen al de las islas.Afirman también que luego invernó en las islas para finalmente partir de regreso a España en diciembre.La otra nave, la Incógnita, cuyo capitán es posible que haya sido Gonzalo de Alvarado, fue arrojada hacia el Atlántico y poco después avistó dos pequeñas islas que corresponden en posición y descripción a las islas Malvinas.Sin embargo no describió las coordenadas del presunto hallazgo: solo ubicó a las islas en relación con la costa y al estrecho de Magallanes.[31][32][33] El primer avistaje de las Malvinas que no tiene objeciones y que fue fehacientemente acreditado en la cartografía inmediatamente posterior, fue realizado por el capitán holandés Sebald de Weert, quien avistara las islas Sebaldes (parte del archipiélago de las Malvinas), razón por la que los mapas neerlandeses mantuvieron hasta fines del siglo XIX la denominación islas Sebald o Sebaldinas para las Malvinas.De Weert no intentó desembarcar pues su nave había perdido todos sus botes en la borrasca.Sin embargo estas islas se hallan 230 millas náuticas al sur de la latitud mencionada.En 1748 España logró frustrar una expedición británica para buscar la isla Pepys y reconocer las Malvinas.Muchos años después los británicos extendieron este nombre a todo el archipiélago.[43] En el período desde 1616 hasta 1764, las islas fueron reavistadas por navegantes holandeses, españoles, franceses e ingleses.Mejoraron el conocimiento cartográfico del área y reconocieron su importancia como base de reaprovisionamiento para largas travesías.
El extinto
guará
suele tomarse como evidencia de un descubrimiento pre europeo de las Malvinas.
Fragmento del mapa de Piri Reis, donde figuran unas islas en aproximada consonancia con las Malvinas.