La mutilación genital femenina es una práctica persistente en algunas zonas rurales, aunque fue prohibida por la constitución de 2001.
Los derechos legales de las mujeres siguen debilitados por los matrimonios poligínicos y la ley islámica sobre la propiedad.
Por otro lado, Aline Sitoë Diatta, profetisa de Casamance, terminó con la confrontación en el Sur al ser la última opositora nacional y fue finalmente deportada por el poder colonial en 1943 a Tombuctú, en Mali.
Yacine Boubou, Ndaté Yalla y su hermana Ndieumbeutt Mbodj son inspiraciones para las mujeres senegalesas contemporáneas.
La mutilación genital femenina es una práctica que todavía persiste en algunas zonas rurales, aunque está prohibida por la constitución desde 2001.
La socióloga Fatou Sow explica: « Eran necesarias manos para cultivar la tierra y llenar el granero.
En 1972, el presidente Léopold Sédar Senghor, casado con una francesa, incluyó la monogamia como opción en el Código de la Familia.
La poligamia sigue siendo una fuente de sufrimiento para muchas mujeres senegalesas y sus hijos porque el marido puede jugar con las rivalidades entre las esposas.
Al respecto, Fatou Sow señala: « Sin trabajo, los jóvenes educados ya no tienen los medios para formar una familia.
Estas rivalidades agotan a las mujeres, desvían sus energías y les impiden ocupar su lugar en la sociedad. ».
El marido tiene la obligación de asegurar los gastos importantes del hogar, vivienda, educación y salud.
La población de Senegal es musulmana en un 94 % (la mutilación genital femenina no es una práctica islámica).
Aunque las autoridades senegalesas ratificaron el Protocolo de Maputo en 2004 para permitir cambios legislativos en los casos graves mencionados anteriormente, en 2022 aún no se había aprobado ninguna ley, en particular debido a la influencia de las corrientes religiosas musulmanas y cristianas conservadoras.
La Ley fue sometida a una revisión judicial cuando la sala administrativa del Tribunal Supremo ordenó, en su Fallo núm.
[25][22] Durante la década de 1970, escritoras senegalesas como Mariama Bâ con Une si longue lettres y Aminata Sow Fall con Le revenant se revelaron en el mundo literario.
[28] En 2010 se aprobó una ley de paridad entre mujeres y hombres en la Asamblea Nacional.
[29] En enero de 2020 se promulgó la ley n.° 2020-05 que criminaliza la violación y la pedofilia, votada por unanimidad en la Asamblea nacional.